miércoles, agosto 27, 2008

Doble discurso y estilo en Operación Masacre de Rodolfo Walsh

Buisán, Andrés

El objeto del presente trabajo es el ya clásico libro de Rodolfo Walsh, Operación masacre. Muchísimas son las lecturas sobre dicho texto y brillantes críticos lo han abordado. Frente a esta angustiosa y desafiante situación, se propone, una vez más, realizar una crítica tratando de entablar un diálogo con aquellas, teniendo en cuenta las hipótesis ya propuestas, y con la pretensión de, según el caso, discutirlas o utilizarlas como sustento argumentativo. Nos alienta la esperanza de encontrar, a pesar de todo, una nueva lectura de esta maravillosa obra.

En primer lugar, es preciso aclarar que se trabajó con la edición de Ediciones de la Flor. De acuerdo con el artículo de Bárbara Crespo, esta edición es la reproducción de la décimoprimera que dicha editorial publicó en 1984 como edición aumentada (1). Se van a considerar en la argumentación los cambios que Walsh realizó en las distintas reediciones. Se toma como referencia para este tema el artículo de Bárbara Crespo (2), ya que no se cotejaron las fuentes.
Ana María Amar Sanchez considera a Operación masacre, ¿Quién mató a Rosendo? y Caso Satanowsky textos de no-ficción. Ella distingue “dos elementos que definen la no-ficción: lo real – documentado – y lo narrativo – su ficcionalización (3). Estos dos elementos constitutivos del género abren dos dimensiones del texto que llamaremos: dimensión objetiva por un lado, y dimensión “ficcional” por otro. Es decir, una dimensión lógica que tiene su fundamento en la veracidad de los enunciados y que se organiza en torna a un tipo particular de enunciación; y una dimensión ficcional que toma como material esos hechos y los organiza en función de otros géneros e intereses. En el texto, como dice Ana María Amar Sanchez respecto de los dos elementos que menciona, ambos niveles confluyen (4).

A partir de esta doble dimensión se aborda el texto. El objetivo es indagar sobre la relación entre estos dos niveles y establecer qué tipo de significación tiene dicha relación y cómo se articula con la construcción estilística del texto. Luego se confrontarán las conclusiones que de este análisis se desprendan con la hipótesis que sostiene Ricardo Piglia en la conferencia “Tres propuestas para el próximo milenio (y cinco dificultades)”, pronunciada en el año 2000, en La Habana; a saber, que “la eficacia estilística de Walsh avanza en esa dirección: aludir, condensar, decir lo máximo con la menor cantidad de palabras”. Como hipótesis de trabajo se propone: los dos niveles mantienen una relación tensa debido a que cada uno selecciona estrategias que remiten a construcciones opuestas.

Es crucial para pensar la idea de una reconstrucción de los hechos, la categoría de representación. Martín Kohan analiza esta categoría en la poética de Walsh y Saer comparando dos “novelas” de estos autores a partir de un diálogo textual dado por el momento de publicación y la problemática política que ambas obras consideran, a saber, el sindicalismo. Los textos son Cicatrices de Saer y ¿Quién mató a Rosendo? de Walsh. Martín Kohan concluye que Walsh “necesita ratificar toda certeza en lo que hace a la representación en el discurso”(5). Esto quiere decir que para Walsh la representación, volver a presentar por medio del lenguaje un hecho, es posible o al menos es necesario creer en esta posibilidad. A diferencia de Saer para quien la representación es imposible. Esta “creencia en la representación” es el fundamento del pacto con el lector: este debe creer en esta posibilidad y debe leer el texto desde ella. Para que este pacto de lectura no se rompa, se deben cumplir determinadas pautas. Una de ellas es la ausencia de marcas del narrador. Se deben presentar los hechos “despojados”, crudos, tal como sucedieron. En esta dirección operan la mayoría de las modificaciones que Walsh fue haciendo en las sucesivas ediciones. Dice Bárbara Crespo: “Puede decirse que a través de las ediciones hay más vocablos y giros compositivos eliminados que añadidos. En general se trata de marcas estilísticas evaluativas” (6). Se pretende, entonces, borrar las marcas subjetivas para presentar los hechos como “verdaderamente ocurrieron”. Como dice la autora, el ejemplo más significativo es la eliminación del apartado 23 (la invocación que remite al Facundo de Sarmiento) de la primera edición a partir de la tercera.

A este “despojamiento” que B. Crespo llama también concentración, se suman la documentación y las distintas marcas de modalidad que remiten a distintos grados de certeza. Trabajar con documentos enfatiza el grado de objetividad. Por ejemplo, en la tercera parte, “La evidencia”, se trabaja con la “confesión de Fernández Suarez” y con “el expediente Livraga” y también a lo largo del texto se menciona el registro radiofónico que le permite al narrador precisar la hora en que se anunció la ley marcial. Si bien las marcas de modalidad son rasgos de subjetividad que se oponen al discurso “objetivo”, se las considera en función de éste ya que marcan el grado de certeza de lo que se dice. Esto quiere decir que se presenta al lector lo que “realmente sucedió” y que, en caso contrario, se le especificarán las dudas: “No hay testigos de lo que hablan. Sólo podemos formular conjeturas” (7).

En la primera parte predominan dos géneros que también acentúan la veracidad del texto. Como lo señalaron Gloria Pampillon y Marta Urtasun, los géneros que aparecen son el retrato y la biografía (8). Dos géneros que tienen una fuerte carga referencial: caracterizan una persona concreta y su vida. En esta parte aparecen muchos datos geográficos (se pueden ubicar las distintas casas) y económicos (la pertenencia social de las personas) que construyen una descripción sociológica de los personajes (9). Los títulos de los capítulos de la segunda parte del texto, “Los hechos”, tienen una fuerte carga referencial y objetiva: son, en su mayoría, citas, palabras dichas por las personas que intervienen en los hechos. Esto indica al lector un tipo de lectura y enfatiza la “objetividad” cuando esa frase aparece citada, en estilo directo, en el desarrollo del capítulo.

En conclusión, la mencionada concepción del lenguaje en torno a la categoría de representación, las estrategias también dichas (el trabajo con documentos, la recurrencia a géneros como el retrato y la biografía, la descripción sociológica y el estilo directo) y el “pulido” del texto que realiza Walsh para las reediciones, definen la dimensión lógica, y dan al texto una fuerte carga referencial y “objetiva” que confirma la veracidad de los hechos.

La dimensión “ficcional” está definida y caracterizada por otros recursos. Estos se pueden agrupar en dos categorías que se diferencian y que a su vez se complementan constituyendo y definiendo el mencionado nivel. Una de estas es el discurso autosuficiente que se opone al discurso referencial. Como se dijo, en la primera parte hay una fuerte carga “social” que nos remite, en tanto lectores, a un “afuera” del texto, a la “realidad exterior”. Sin embargo, en los “retratos” se dan muchos detalles que re-aparecerán en las siguientes páginas. Es decir, detalles que están en función de la narración. En esta dirección hay que entender la idea de un discurso autosuficiente, en el sentido de un discurso que remite a sí mismo y no a una realidad exterior. Por ejemplo, se dice de Giunta que “posee cierta ‘psicología’ práctica que en oportunidades le permite adivinar deseos e intenciones de sus clientes”. Luego, este rasgo característico de su persona re-aparecerá cuando Cuello lo reconoce y le pregunta si él estaba en la casa: “Giunta comprende en un relámpago que le está pidiendo que diga que no” (Walsh, Rodolfo, op cit. pág. 36 y 87 respectivamente). Otro ejemplo es el caso de Troxler y su conducta “serena” (ver pág. 71 y 107). Tal vez la descripción de Fernández Suárez sea paradigmática. Esta se repite en tres ocasiones y no siempre se indica el nombre. El lector adivina de quién se trata por la descripción. Además de caracterizar a las personas en función del texto, también se describen los espacios en este sentido (10). Se apela así a un discurso autorreferencial en el que lector no tiene que pensar en una referencia externa sino buscar una relación interna al texto (11). Esto hace que el texto sea recurrente, vuelva sobre sí, ya que se legitima en la relación textual y no en un referente que le sirve de fundamento. Este procedimiento en función textual es utilizado por Sarmiento en el Facundo cuando caracteriza los cuatro tipos de gauchos. Esta tipología cobrará sentido cuando a lo largo del texto aparezcan distintos personajes y se los clasifique de acuerdo con ella. Por otro lado, pareciera que hay una reminiscencia borgeana en la presentación de Diaz: dos instantáneas que condensan una vida (en Borges, podrían definir un destino). En este sentido, se puede decir que el texto es autosuficiente o que, en todo caso, remite a la literatura pero no a un referente social.

Las anticipaciones del narrador se colocan entre la autorreferencialidad y la subjetividad (la segunda categoría de la dimensión ficcional). Estas en general son interrupciones del narrador que además de anticipar una acción, la juzga. A la vez que refieren al desenlace de los hechos, le dan al texto una acentuación dramática. Dramatismo que se va a manifestar por medio de otras estrategias del narrador. Por ejemplo, el suspenso. Este recurso, propio del policial, al igual que la digresión, expande el texto al suspender las acciones y dilata los acontecimientos, los hace durar al retrasar el desenlace. En el capítulo “El fin del viaje” el narrador primero plantea varias preguntas y luego se detiene en el intercambio de miradas entre Troxler y el vigilante y el roce entre ellos. Y luego “fulmina”: “El camión se ha detenido. - ¡Bajen seis!” (Walsh, Rodolfo, op cit. pág 93) (12). Las anticipaciones, además de introducir un matiz dramático y de juzgar los hechos también expanden la narración. Por eje. : “A Benavídez va a sucederle algo increíble, algo que aún ubicado en esa noche de singulares aventuras y experiencias, parece arrancado de una exuberante novela. Pero ya volveremos sobre ello” (Walsh, Rodolfo, op cit. pág. 71); “Y allí aguardaba, nerviosamente, la noticia que no llegaría a escuchar” (Walsh, Rodolfo, op cit. pág. 43)
Hay marcas de modalidad que operan en esta dimensión y que también funcionan expandiendo el texto, al introducir una duda que luego se resolverá en una evidencia (13). En conclusión, la autorreferencialidad y su consecuente recurrencia textual, las anticipaciones y evaluaciones, el suspenso y la digresión son estrategias desplegadas por el narrador que retrasan las acciones y expanden el texto. Estas estrategias definen la dimensión “ficcional”.

En relación con la hipótesis que sostiene Piglia se puede decir que: el texto condensa, dice lo máximo con la menor cantidad de palabras, cuando no alude, es decir, cuando presenta los hechos de forma “despojada”, neutral, sin estilo, objetivamente. Y por otro lado, se puede decir que el texto alcanza su eficacia estilística cuando se vuelve sobre sí, cuando el narrador despliega palabras, suspende los hechos y busca persuadir por medio del dramatismo que introduce en la dilatación de los acontecimientos. Se puede ver, entonces, la tensión que hay en la relación entre los dos niveles: por un lado, en un nivel, se despliegan estrategias para “condensar” la narración, para mostrar los hechos de forma objetiva, y por otro lado, y en el otro nivel, se despliegan estrategias que retrasan las acciones, que pliegan al texto sobre sí. Por esto, se afirma que los dos niveles mantienen una relación tensa debido a que cada uno selecciona estrategias que remiten a dos formas opuestas de construir y concebir el discurso. Esta tensión, creemos, refleja a su vez el doble carácter del texto, entre literario y periodístico.

NOTAS:
1 - Es lamentable, pero el libro no posee el año ni el número de edición. De acuerdo con lo que se dice en el artículo, se deduce que corresponde a la edición aumentada mencionada en el cuerpo principal.
2 - Crespo, Bárbara, “Operación masacre: el relato que sigue” en Filología, año XXVII, 1-2, 1994.
3 - Amar Sanchez, Ana María, “El sueño eterno de justicia” en Lafforgue, Jorge (comp.) Textos de y sobre Rodolfo Walsh, Bs. As. Alianza, 2000, pág. 214
4 - Para el análisis, se extiende la definición de la autora. Los dos elementos que ella menciona no se toman de la misma manera ya que ella diferencia y contrapone el género no-ficción al periodístico. Se parte de la distinción que da la autor de los dos elementos que confluyen en el género (real / ficcionalización) y se extiende esta diferenciación a dos dimensiones que coexisten. Se habla de dimensiones y no de género porque se cree que no sólo hay estrategias que las distinguen sino que subyacen, incluso, dos concepciones de lenguaje distintas, como se tratará de demostrar.
5 - Kohan, Martín, “Saer, Walsh: una discusión política en la literatura” en Lafforgue, Jorge (comp.) Textos de y sobre Rodolfo Walsh, Bs. As. Alianza, 2000, pág. 128.
6 - Crespo, Bárbara op cit pág. 225.
7 - Walsh, Rodolfo, Operación masacre, Bs. As. Ediciones de la Flor, pág. 30.
8 - Pampillo, Gloria y Urtasun, Marta, “Operación masacre y las estrategias de persuasión” en Lafforgue, Jorge (comp.) Textos de y sobre Rodolfo Walsh, Bs. As. Alianza, 2000, pág. 171 y 172.
9 - “El habitante medio es un hombre de treinta a cuarenta años que tiene su propia casa, con un jardín que cultiva en sus momentos de ocio, y que aún no ha terminado de pagar el crédito bancario que le permitió adquirirla. Vive con su familia no muy numerosa y trabaja en Buenos Aires como empleado de comercio o como obrero especializado. Se lleva bien con los vecinos y propone o acepta iniciativas para el bien común. Practica deportes –por lo general el fútbol-, conversa los temas habituales de la política, y bajo cualquier gobierno protesta sin exaltarse contra el alza de la vida y de los transportes imposibles” (Walsh, Rodolfo, op cit. pág. 32). Cita extensa pero en la que se puede ver claramente la descripción sociológica; semejante a la descripción del realismo decimonónico.
10 - Cuando se describe el pasillo se dice: “Conviene retener el detalle; tiene cierta importancia”
11 - Se puede pensar en el prólogo a Variaciones en rojo en el cual se “desafía” al lector a resolver los crímenes a partir de elementos textuales.
12 - Otro ejemplo es cuando se espera el tiro de gracia (Walsh, Rodolfo, op cit. pág. 100 y 101).
13 - Juego entre lo que “parece que sucede” y lo que realmente sucede: “Parece que ya no los van a mover de aquí esta noche” Y más adelante “Una cosa es ya evidente: no piensan soltarlos” (Walsh, Rodolfo, op cit. pág. 84).


Bibliografía citada

¨ Amar Sanchez, Ana María, “El sueño eterno de justicia” en Lafforgue, Jorge (comp.) Textos de y sobre Rodolfo Walsh, Bs. As. Alianza, 2000.

¨ Crespo, Bárbara, “Operación masacre: el relato que sigue” en Filología, año XXVII, 1-2, 1994.

¨ Kohan, Martín, “Saer, Walsh: una discusión política en la literatura” en Lafforgue, Jorge (comp.) Textos de y sobre Rodolfo Walsh, Bs. As. Alianza, 2000.

¨ Piglia, Ricardo “Tres propuestas para el próximo milenio (y cinco dificultades)”, La Habana, 2000.

¨ Pampillo, Gloria y Urtasun, Marta, “Operación masacre y las estrategias de persuasión” en Lafforgue, Jorge (comp.) Textos de y sobre Rodolfo Walsh, Bs. As. Alianza, 2000.

¨ Walsh, Rodolfo, Operación masacre, Bs. As. Ediciones de la Flor

miércoles, agosto 20, 2008

La Zona esmerilada

La novela en realidad es una tríada de relatos en los que he tratado de indagar diferentes aspectos de la cuestión de la huida y de la identidad como resultado de una especie de fuga de los lugares propuestos/impuestos por la figura paterna (en el sentido de ley). Trato de jugar con la idea de la atadura (Por eso mismo los tres relatos están titulados como El nudo, Las manos, La soga) y de qué mecanismos utilizamos para convertir esas ligaduras-nudos en hilos sueltos de los que pueden apropiarse los personajes para tejer el propio destino.

Cada uno de los relatos, además, explora diversos modos de la naración, haciendo hincapié en la voz narrativa, que varía de relato en relato. Lo que los une no es solamente el tópico de la fuga o la huida, sino también cierta difusa realción de personajes que se cruzan -algo fantasmagóricamente- para tratar de constituir una historia única, aunque tal historia solo puede reconstruirla el lector en un sentido metafórico.

http://lazonaesmerilada.blogspot.com

viernes, agosto 15, 2008

Ciclo de guionistas de Televisión, en Argentores

Del 26 de Agosto al 25 de noviembre
Los últimos martes de cada mes a las 19,30 hs. con entrada libre y gratuita
en el auditorio de Argentores – Pacheco de Melo 1820

Con idea, programación y coordinación de Adriana Schottlender y la Comisión de extensión cultural de Argentores el ciclo está orientado a la valorización del guión de televisión en cualquiera de los géneros. Se proyectará un capítulo de cada serie de TV con la presencia de sus guionistas e invitados con quienes disfrutaremos de una charla posterior.

La programación es la siguiente:
(sujeta a modificaciones por últimas confirmaciones)

Martes 26/08 - Montecristo
Guionistas Marcelo Camaño y Adriana Lorenzón.
Invitados: Roberto Carnaghi (a confirmar) y Maximiliano Ghione

Inspirada en una realidad de dramatismo y dolor difícil de superar como también en un clásico de la literatura universal, la historia de Montecristo se convierte en una de las más poderosas que se hayan visto en la televisión de los últimos tiempos.


Martes 30/09 - Mujeres asesinas
Guionistas: Marisa Grinstein y Liliana Escliar.
Invitados: el director Daniel Barone y el productor Víctor Tevah

Tomando como base de sus capítulos hechos de homicidios perpetrados por mujeres en Argentina adaptados a un guión trabajado, el programa ha recibido excelentes críticas y ha sido galardonado, entre otros, con el premio Martín Fierro de Oro, máximo galardón que entrega APTRA, la Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiodifusión Argentina.


Martes 28/10 - De poeta y de loco
Guionista: Graciela Maglie
Invitados: Oscar Martínez y Ángela Correa.

Oscar Martínez es Santigo Monti, un profesor universitario de Letras y escritor que, además, es asesor en una editorial donde dirige una colección de ficción. Hombre solitario y generoso que comparte sus más cálidos momentos con su hijo Lautaro.Profesor y alumna se conocen y comienzan una historia de amor rodeada de los más bellos poemas de amor


Martes 25/11 - Tato Bores
Guionistas: Alejandro y Sebastián Borestein, Santiago Varela y Pedro Saborido,

Tato Bores significó mucho para la pantalla chica de Argentina, durante 4 décadas a tal punto que se adueñó por completo de las noches de los domingos.
El hombre que siempre fingía hablar con el presidente de turno, fuera quien fuese, acompañado de grandes libretistas siempre logró utilizar a máximo todo su potencial humorístico para transformar la realidad muchas veces trágica.

AdrianaSchottlender
Periodista - ProductoraCultural
adrischottlender@infovia.com.ar

miércoles, agosto 13, 2008

Generación Nubeluz y la Quetrófila



Por Rodolfo García

¿Qué es La Quetrófila? Nadie lo sabe bien. De hecho sus fundadoras, tampoco lo tienen claro. Valeria Tentoni, Marian Lutzky y Ximena Venturini se contentan con explicar que por lo menos es ‘la’ y no ‘él’, el nombre de la revista independiente trimestral que lanzaron en diciembre de 2007, y que vinieron a presentar la semana pasada al encuentro En Medio de la Cordillera, organizado por los poetas chilenos Víctor López, David Bustos y Ángel Valdebenito, en el Observatorio de Lastarria.

Este grupo de tres estudiantes universitarias de la provincia de Buenos Aires abrió un concurso en su blog para que el público decida qué significa este neologismo. Para que se atrevan a equivocarse, a decidirlo. Para que se abran a jugar con las palabras, como ellas mismas lo hacen a diario para crear mundos, sensaciones e historias que van entramando al ritmo de la escritura. Valeria, Marian y Ximena escriben como respiran y se perfilan como la nueva promesa de la narrativa argentina. Ser mujeres y escritoras no es signo de frivolidad para ellas –como podría serlo para la autora de Sex and The City–, y están dispuestas a demostrarlo a través de versos y cuentos que difunden en su revista y en los distintos blogs que participan.

La Quetrófila se edita a 500 copias blanco y negro con una estética indie flagrante, y se distribuye en quioscos y circuitos de lectura y difusión, como la Feria del Libro Independiente de Buenos Aires. Sus creadoras, además de ser rigurosas con los artículos de su autoría que publican, escogen con pinzas las colaboraciones, como los textos inéditos de escritores como Daniel Link, redactor de Página 12, y Federico Levin.

Ximena Venturini trabajó tres años en la Fundación Borges y estudia Literatura junto a Marian Lutzky, quien dicta talleres de incentivo a la lectura para niños. Al equipo de redactoras –completado por Laura Lattanzi, que se encuentra becada en España– se suma la estudiante de Derecho Valeria Tentoni, que es la directora, además de la ilustradora Mariana Sabattini y la diseñadora María Bianco. Ninguna sobrepasa los 26 años. Con una vitalidad digna de su juventud, ellas financian su publicación a punta de fiestas en centros culturales bonaerenses y, últimamente, con el auspicio del Periódico Nexo de Bahía Blanca.

Indie femenino

Las quetrófilas se mueven con desplante en un mundo esencialmente masculino, dominado por revistas independientes como Esperando a Godot. ¿El secreto? Una pauta que incluye temáticas fuertes con la que lograron atraer la atención de la prensa cultural trasandina, que las incluyó dentro de la narrativa joven con el apodo de ‘Generación Nubeluz’.

En vez de dedicarse a actividades donde la mujer tiene un espacio más reconocido, como pintar o ser cantantes, Valeria, Marian y Ximena decidieron fundar un movimiento literario basado en las distintas realidades que ellas van experimentando día a día, y ponerlo en marcha a partir de la autogestión. “No encontramos un lugar en la cultura conservadora que se ubica en las librerías. No nos ponen en la vitrina, por eso preferimos los circuitos under“, cuenta Marian. “Y hay toda una movida independiente en Buenos Aires, en la que nos entusiasma a participar”, agrega Valeria.

Tras los pasos de las poetisas Alejandra Pizarnik y Alfonsina Storni, este grupo tiene sed de expresar su propia visión del mundo. Valeria explica: “La sensualidad en poesía, me parece un elemento interesante de manipular en el exceso. Correr siempre el margen; intentar, una mayor fidelidad de la experiencia sensual real, que siempre es y existe en lo inenarrable, desprovista de lógicas. Por eso me es más atractiva en poesía que en prosa. Abusar del límite, conociendo de antemano la derrota. Ser terca en esta voluntad de aprehensión de lo inefable. Por eso digo que soy una gran estúpida, una perseguidora eterna de la palabra, siempre en desventaja”.
En La Quetrófila, lo femenino aparece descarnado, inquieta, molesta. En este texto, Tentoni aleja cualquier sentimiento y cuestiona lo masculino: “Y ahora, voy a soñar pensando en clavarte/una cuchilla enorme como el zaguán en el que me llamaste/Valeria/Me llamaste Valeria/Como si de mí fuesen a salir petalitos/¿con qué derecho repetías mi nombre?”.

Heroína en Lastarria

En la lectura que realizó en el Observatorio de Lastarria, Valeria Tentoni terminó con la voz quebrada. Leyó su historia ‘La Proyección del desastre’, en la que narra la decisión de Julia y su novio de interrumpir su embarazo, y su camino al médico. “Lloraron en silencio. Marcos tomó el abrigo y la cubrió. La abrazó y caminaron juntos hacia la puerta, con paso arrastrado, como si anduvieran descalzos y el suelo no fuesen baldosas sino muérdagos, espinas, y no les alcanzara con este horror, no era suficiente este dolor. Es que imaginaban menos terrenal el infierno. El viento cerró la puerta por ellos, con bestialidad”.

De las tres quetrófilas, ella es la única que no estudia Letras, sino Derecho, y que viene del sur y no de Buenos Aires. Sus textos son una explosión de imágenes en un juego constante con las palabras y se pueden leer en su blog Working Class Heroine y en Cuidado con esa silla, que mantiene junto a Marian. Con un estilo franco y espontáneo, Valeria se libera y metaboliza sus vivencias con una profunda femineidad. “Me das náuseas idiota,/ jamás me dio algo más náusea que ésta./Arcadas tengo,/me desvencijaste./Arruinaste lo que me restaba de insomnio”, escribe en Declaración Pública de Odios. Este poema termina con un humor refrescante frente al conflicto hombre-mujer: “Al que no me miró en el cine, no me miraste, idiota./Al apático./Al común,/ sobretodo al común, aunque reconozco, era el más amable./Al infeliz, feliz de serlo./¡A mí, muchachos, a mí!”.

-¿Narras lo que vives?
Soy una gran observadora, es uno de mis pasatiempos preferidos. Quisiera verlo todo, vivirlo todo, para contarlo. Me gusta inventar personajes desde la experiencia, pero siempre agregarle exageraciones o reservas. Entonces todo funciona como una conjunción: la vivencia como disparador y la imaginación como herramienta des-ordenadora.

-¿Cuánto te expones?
Creo que la poesía, por lo menos en mí, tiene dos espacios: uno público y uno privado. El público, claro, es el escrito, el impreso, el declarado. El privado prefiero no develarlo. Reviso mucho las palabras que escribo, y son ésas, y no otras, las que quiero verdaderamente decir. El resto, me lo reservo. De algún modo, el poeta ya dice demasiado cuando escribe; ya está corriéndose del límite de lo privado; ya hay una desnudez, una exposición insolente, un atrevimiento. Reclamarle más palabra a la palabra sería, por caso, una torpeza.
-¿Quiénes te inspiran?
Las lecturas que me han marcado son varias. En principio, las lecturas de textos infantiles cuando era chica, mi madre me leía todas las noches. Eso generó en mí un disfrute total de la literatura, para mi era (y es) un momento de ocio feliz. Luego, mi padre me invitó a un mundo compuesto por cuatro maestros; Borges, Bioy Casares, Poe y Kafka, sus preferidos. Más tarde, Marian y Ximena me presentaron otros tantos. Hoy en día me valgo de sus consejos y de mi intuición para leer. Asisto al taller de Alberto Laiseca, a quien reconozco como mi gran maestro. Entre todos, disfruto mucho de Balzac, de Maupassant, Dostoievski, Akutagawa, Kurahashi. Y argentinos me gustan mucho Macedonio, Arlt, Marechal, Filloy, Cortázar, Puig, Mujica Láinez, eso en narrativa. En poesía adoro a Girondo, Orozco, Pizarnik, Perlongher, Gelman también. ¡Por suerte me queda muchísimo por leer todavía!


martes, agosto 12, 2008

Otra vez la misma piedra Por Alberto Müller *

Llamó la atención el silencio de personeros de las cámaras industriales durante el conflicto con el agro, y también su euforia cuando el Congreso zanjó el tema. Parecería que el empresariado industrial no comprendió que lo que está en juego en la discusión sobre las retenciones es precisamente su destino, y no el del campo.

Repasemos la razón de esto, que muchos ya conocen. El efecto de una reducción de las retenciones será la contracción del superávit fiscal. En consecuencia, disminuirá la demanda que el Estado ejerce sobre el mercado de divisas, que fue lo que sostuvo un tipo de cambio real alto (aunque ya no tan alto en las últimas semanas). O sea: si el Estado compra menos, la tasa de cambio disminuye. Con lo cual la situación del “campo” se modificará marginalmente con o sin Resolución 125: la retención compensa la “altura” del tipo de cambio.

Pero la industria verá apreciar la moneda, perdiendo competitividad. Este sí es un cambio sustantivo, y no hay que desestimar el impacto. Bajo el amparo del tipo de cambio alto, el sector industrial protagonizó un incremento pronunciado de sus exportaciones, que se han duplicado desde 2001 a la fecha. Una expansión bastante mayor, si dejamos de lado los precios, con relación a las exportaciones agrarias. Hoy día, las exportaciones industriales no estrictamente ligadas al tradicional complejo agroexportador (esto es, sin contar aceites, pellets y carnes) representan más del 40 por ciento del total. Y la exportación comprende una proporción apreciablemente mayor de las ventas del sector, con relación a 10 años atrás.

Una avalancha no controlada de divisa externa, por obra de incrementos de precios de las commodities agrícolas, es seguramente un escenario del paladar de la Mesa de Enlace, y ésta no querrá ver interferencia estatal alguna, por “confiscatoria”. Pero, insistimos, lo que ganará por un lado, lo perderá por revaluación cambiaria. Con lo cual, la “batalla de la 125” termina siendo más ideológica que crematística: la Mesa de Enlace prefiere ser confiscada por el mercado, y no por el Estado.

Con su actitud, el empresariado industrial ha mostrado por enésima vez esa humana vocación por tropezar con la misma piedra. Diez años de Convertibilidad no han sido una lección suficiente, al parecer.

La pregunta relevante es si un escenario productivo predominantemente agropecuario es deseable para todos. Si la Argentina fuera una suerte de Kuwait agrícola, esto es, un país donde la producción primaria genera renta suficiente para la supervivencia de todos sus habitantes, no faltarían argumentos a favor de esta opción. Pero ocurre que esto no es así: el sector agropecuario, incluyendo las actividades estrictamente conexas, no representa el grueso del producto y el empleo, sino sólo una parte minoritaria, menor incluso de lo que suele sostenerse en algunos análisis. Cuarenta millones de habitantes son demasiados para 100 millones de toneladas de granos y 50 millones de cabezas de ganado vacuno.

En definitiva, necesitamos crecer sobre la base del sector primario y de la industria; una fórmula que –con tropiezos– no funcionó demasiado mal alguna vez, hasta que Martínez de Hoz y sus generales mandaron a parar. Esta fórmula requiere sí o sí un tipo de cambio alto y diferenciado, sobre todo porque los bienes agrícolas exportables son parte también de la canasta del trabajador.

Alimentos baratos implican menores costos industriales, y por lo tanto mayor competitividad, a un dado tipo de cambio. Celedonio Pereda, presidente de la Sociedad Rural en los infaustos ‘70, sostuvo que la exigencia de alimentos baratos era un mito a destronar. Pero es exactamente al contrario: el bajo costo de los alimentos es de hecho una de las claves de la ventaja argentina. Alimentos caros significan, en cambio, menos competitividad y en definitiva mayor renta primaria, sin contrapartida importante en términos de producción, ni primaria, ni industrial; un negocio para pocos, a costa de los demás.

Y lo riesgoso es que la consolidación del “Partido del Campo” a partir de la derrota de la Resolución 125 –algo que parece querer materializarse en una nueva agrupación política– representará una nueva adición a la postura librecambista, que aspira precisamente a reducir simultáneamente retenciones y valor de la divisa. Bueno para vacacionar en Miami, pero malo para el futuro del país. Si esto prospera, ni el más moderado desarrollismo habrá podido hacer pie en la Argentina, por la “maldición” de la abundancia de un recurso natural.
Es de esperar que en el plano político alguien conforme el partido del desarrollo integral de la Argentina.

* Profesor titular FCEUBA

Evo plebiscitado Por Atilio A. Boron

Si bien al cierre de esta nota no había cifras oficiales definitivas, lo cierto es que el rotundo triunfo de Evo –se estima que rondará en torno del 60 por ciento, superando la votación obtenida en diciembre del 2005– permite extraer algunas interesantes conclusiones.

Primera: que como ya fue advertido por la oposición, la ratificación del mandato de Evo Morales no pondrá fin a las hostilidades, los chantajes, las agresiones y las políticas desestabilizadoras de la derecha boliviana. Máxime cuando al menos dos de los cuatro prefectos de la Media Luna fueron también ratificados. La derecha jamás juega todas sus cartas en la arena institucional y/o legal. La idea de que este actor es un “opositor leal”, respetuoso de la institucionalidad, es una ficción tan ingenua como peligrosa. Pese a las renovadas credenciales de Evo como el presidente con mayor legitimidad popular de la historia boliviana, la derecha no cesará de conspirar hasta provocar su caída, acabar con su vida o consumar la partición del país.

Segunda lección: tomar nota del descarado protagonismo del imperialismo norteamericano, que desmiente el remanido discurso oficial de la Casa Blanca sobre la irrelevancia de América latina. Tal como lo denunciaran Evo Morales y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el embajador de Estados Unidos, Philip S. Goldberg, se convirtió en el gran articulador de una oposición cuyo principal factor de cohesión es su racismo y su odio visceral hacia los pueblos originarios de Bolivia y que, por eso mismo, requiere los servicios de un procónsul imperial para otorgarles organicidad y eficacia a sus iniciativas. Sólo en el 2007 la Usaid desembolsó 124 millones de dólares en “ayudas” de diversos tipo a la “sociedad civil” boliviana, la mayoría canalizada a través de los gobiernos de los departamentos de la Media Luna y múltiples programas de entrenamiento en el arte del good governance impartido en Estados Unidos a autoridades locales y departamentales de esa región, con el obvio propósito de solidificar la oposición a Morales y preparar la administración pública departamental para una eventual escisión. Otras agencias de Washington también hicieron lo suyo: la National Endowment for Democracy, por ejemplo, colaboró con un aporte de 600.000 dólares ese mismo año para “capacitar” políticamente a la oposición.

Tercera y final: la necesidad imperiosa de que Evo salga a disputarle la calle a la derecha y pasar a la ofensiva haciendo una gran convocatoria popular para torcerle la mano a una oposición que no oculta sus planes de “tumbar” al presidente. Ceder posiciones, máxime después de un triunfo como éste, significará debilitar aún más a Evo, cuya capacidad para transitar el territorio boliviano ya está seriamente menoscabada por el accionar violento de la derecha. Pensar que se podrá apaciguar a quienes llaman a la sedición apelando a la mecánica parlamentaria sólo conseguirá agigantar la fuerza de la oposición, que se mueve a sus anchas en el Parlamento y en la calle. Para esto Evo tendrá que acelerar y profundizar su proceso de reformas estructurales, condición imprescindible para la supervivencia de su gobierno. De este modo logrará: (a) motivar, movilizar y organizar a sus seguidores, que son la mayoría del país; (b) deslegitimar al infantilismo ultraizquierdista que lo acosa y que juega objetivamente para la derecha; y (c) demostrarle a esta última y a sus mandantes del imperio que una epopeya histórica como la protagonizada por el pueblo boliviano al ungirlo como presidente no podrá ser desbaratada tan fácilmente, y que aquél estará preparado para librar las batallas que sean necesarias para preservar sus conquistas.

viernes, agosto 08, 2008

Diálogo entre Carlos Altamirano y Ricardo Piglia




Malba y Katz Editores invitan a:

Entre el saber y el podera propósito de la Historia de los intelectuales en América Latina
Diálogo entre Carlos Altamirano y Ricardo Piglia

Las élites culturales han sido actores importantes de la historia de América Latina. Procediendo como bisagras entre los centros que obraban como metrópolis culturales y las condiciones y tradiciones locales, desempeñaron un papel decisivo no sólo en el dominio de las ideas, del arte o de la literatura del subcontinente, sino también en el dominio de la historia política.

Si se piensa en el siglo XIX, no podrían describirse adecuadamente ni el proceso de la independencia, ni el drama de nuestras guerras civiles, ni la construcción de los estados nacionales, sin referencia al punto de vista de los hombres de saber, a los letrados, idóneos en la cultura escrita y en el arte de discutir y argumentar. Sin embargo, aunque su labor y pensamiento son bastante conocidos, no contamos con una historia de la posición de los hombres de ideas en el espacio social, de sus asociaciones y sus formas de actividad, de las instituciones y los campos de la vida intelectual, de sus debates y de las relaciones entre "poder secular" y "poder espiritual", para utilizar la distinción introducida por Comte.

Hay excelentes estudios sobre casos nacionales, pero no existía, hasta el presente, una historia general.Carlos Altamirano y Ricardo Piglia dialogan a propósito del lanzamiento de Historia de los intelectuales en América Latina.

Miércoles 20 de agosto, 19:00 hs.
Auditorio Malba Av. Figueroa Alcorta 3415,
Buenos Aires

jueves, agosto 07, 2008

Llegó al mail - Carta Abierta




Carta abierta a la Revista Ñ

La lectura del articulo “El hondo bajo fondo”, sobre el escritor Osvaldo Lamborghini, no hizo mas que confirmar lo que ya, hace varios meses, vengo pensando. Ahora resulta que con veintidós años estoy viviendo una pálida y sutil decadencia de la literatura argentina, de la cual ninguno nos hacemos cargo. En vez de indagar (desde el cuerpo) por los nuevos caminos de lenguaje y el rol social del escritor, la nueva literatura contemporánea Argentina lleva como pilar eximio la desacralización de Lamborghini y Perlongher (teniendo en cuenta, que el Fiord del primero es fundamental en la literatura del segundo), cuyas maravillosas letras no han dejado nunca (por suerte) de revelarnos fuertes y novedosas entidades literarias, pero que sin embargo no pueden continuar manifestándose como propias y establecerse como marco generacional veinte o treinta años después. Actualmente estamos entrando en un elitismo literario puramente estético, barrial, pueril. Una mera sensación descriptiva del momento que estamos viviendo, de la agitada vida actual o peor aún, un recordatorio constante de lo que fueron los noventas, bastarían hoy, para ser premiado por estos nuevos cannones. El viejo “Lumpen cultura de barrio” se ha transformado en “Elitismo cultura de barrio”, en este caso no veo la necesidad de ejemplificar, dado que los ejemplos sobran, por no decir que abundan. Esta “estética barrial” no seria un problema, si su meta texto o su trasfondo sugiriese algo mas que una descripción o una leve critica pseudo contestataria. Esta mas que claro, que a diferencia de las generaciones que nos antecedieron, que tuvieron un enemigo o una estética clara a la que oponerse (los surrealistas al academicismo estético, los Infrarrealistas y su pasión por “partirle la madre a Octavio Paz” etc.), a nosotros nos han arrasado y nos han hecho creer que todo vale, que todo tiene el mismo peso, que esta todo bien con todo, todo asfaltado al mismo nivel, incluso nuestras cabezas. Hoy en día, leyendo en mesa de poetas, con cuatro vasos de agua (señores, al poeta vino, como el poroto a la chaucha), se puede recitar el poema mas a favor del sistema o mas opositor, que el efecto va a ser siempre el mismo, la nada, el aplauso, el suspiro y continuar con la lectura. Nadie va a levantarse y a “partirle la madre” a nadie. La pregunta es ¿Por qué sucede esto? Una de las respuestas más obvias seria que automáticamente nos hemos sumado a un emporio globalizante que admite (como parte de su juego) cualquier tipo oposición a su sistema, digamos, una posibilidad más que nos da como parámetro, sin verse realmente afectado en ningún momento (o eso parecemos creer). Ni hablar de que todo lo que no llega a show mediático, inexiste en su totalidad. Sin embargo, es más fácil decir que el agua hirviendo cayó del cielo y nos quema, a decir nosotros no hemos puesto los suficientes huevos sobre la mesa, como para corrernos y continuar avanzando. Es necesario salir cuanto antes de esta falsa opacidad que parece cegar cualquier tipo de avance, tomar la literatura por las caderas y volver a hacerla bailar. Sino, corremos el serio riesgo en un par de décadas, que nuestra literatura pase a convertirse en algo puramente anecdótico.

Sebastian A. Kirzner
Escritor
DNI: 31.988.330 4581-6101 / 1536203035

miércoles, agosto 06, 2008

Jornadas Culturales Nación Apache


Laiseca is back


El Consejo Editor de Ciento Cincuenta Monos les hace llegar el tercer número de la revista.





En el índice encontrarán las luminarias que integran este número, prontas todas para huir a un destino mejor.

Kimono
El llanto del payaso, Ignacio Uranga
Lo que queda del mono, Ariel Devincenzo
Movimientos incorpóreos, Nurit Kasztelan

Kin Kón
Osvaldo Lamborghini, una biografía. Entrevista a Ricardo Strafacce

Mono con navaja
Pasado de contradicciones, Ariane Díaz

Monoambiente
Mujeres de barba candado, Fernando Vico
Tiro de gracia, Verónica Bonafina
Segundo B, Mariano Pensotti

Mono con navaja
Maten a Borges, Santiago Sánchez Santarelli

Monólogo
Viviendo a costillas del poeta III, Gastón Mazieres

Mono con navaja
Las locas, una lectura, Carolina Berduque

Poemínidos
Alfonso Durán, Santiago Sánchez Santarelli

La banana mecánica
Crónica de un cineasta inevitable, Marcos Vieytes

La del mono
Pornosonetos, Ramón Paz

Monoaural
Larumbe, Fernando Dominguez


Pueden descargar este número (y también los anteriores) desde nuestro blog: http://www.150monos.blogspot.com/. A la izquierda encontrarán los links. Pasen, vean y comenten, todo es bien recibido.

Como siempre, aceptamos toda clase de comentarios, desde altas lisonjas hasta rastreros insultos. Y, sobre todo, los invitamos a que colaboren.

sábado, agosto 02, 2008

Nada enciende mejor una hoguera purificadora de paganos que Esperando a Godot



Como hemos expresado en diversas editoriales realmente creemos que la discusión es la única forma de crecimiento intelectual posible, el sometimiento de los postulados a la luz de diferentes corrientes de pensamiento y la confrontación de los argumentos.

Para todos los que nos envían mails no tan amables (llenos de "improperios") como el que copiamos más abajo, les recordamos que nada enciende mejor una hoguera purificadora de paganos que Esperando a Godot, pueden comprar su ejemplar hereje en cualquier puesto de diarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y jugar a santificar la tierra.

Estas líneas que copio más abajo llegaron a nuestro mail y me parece más que interesante compartirlas, primero porque están escritas con respeto y en pleno ejercicio de la libertad de expresión, lo cual valoramos y no por un alarde de pluralismo. Es un tema que no se desliza por la arenas de la racionalidad ni la lógica y aunque es clara nuestra postura al respecto nos resulta imposible demostrar tanto la existencia como la inexistencia de Dios.
Dejamos los juicios de valor e intelectuales a discreción de los lectores los comentarios entre corchetes son nuestros el resto es copia fiel del mail que nos llegó:

1) Dios inicia la vida del hombre tomando barro. Nosotros, en nuestra composición física tenemos todos los minerales que corresponden a ese elemento.

[La sola muestra de que nuestro cuerpo esté compuesto por elementos que existen en el planeta tierra, está más relacionado a las condiciones propias de la existencia y la evolución que a la posibilidad de que un ser superior nos haya creado]


2) Nada surge de la nada. Alguien tuvo que crear la primera célula.

[Me ciño al mismo argumento que usan los cristianos, la mera imposibilidad de entender un fenómeno no es condición suficiente para su no existencia. Por lo tanto que aún no conozcamos la procedencia de la primerísima molecula que originó la vida, o bien el universo, o si siempre existió no es condición de posibilidad para que exista Dios, sino dios hubiera dejado de existir cuando se descrubrió que la lluvia está relacionada a factores climáticos]


3) El organismo humano es un laboratorio perfecto donde se procesan, multiplican, eliminan, mezclan y mutan constantemente distintas funciones, ajenas a nuestro control. Solamente un ser superior pudo haber creado una máquina tan perfecta.

[Sin dudas el cuerpo humano es sorprendente, pero calificarlo perfecto es al menos cuestionable, de hecho el ser humano tiene como característica la permanente falencia, ya sea de comida o de abrigo, de afecto o de conocimiento, cuando no recae enfermo como punto cúlmine de su falta de perfección. Por lo tanto, nadie puede dudar lo maravilloso del cuerpo humano pero evidentemente no es perfecto, basta observar el deterioro que sufre con el pasar del tiempo y su incapacidad para reponerse.]


4) La creación de los astros y el complejo sistema solar, el constante hallazgo de nuevas galaxias, y sobre todo la ausencia de límites en el universo, que hace que no haya forma de establecer el infinito. El universo está en expansión y nuestra mente no puede acceder a la idea de infinitud. Solamente Dios puede no tener principio ni fin.

[Nuevamente creo que el hecho de que el humano aún no comprenda una serie de conceptos de forma cabal no determina la existencia de Dios, sino en el momento que se descubrió que la tierra era redonda y giraba alrededor del sol hubiera terminado también el reinado católico, fin que evidentemente no tomó su lugar en la historia. Además, el constante hallazgo de nuevas galaxias también tiene parte de mérito en la curiosidad del hombre que lo lleva a develar cada vez más fenómenos que años atrás se creían un milagro sin explicación]


5) La Biblia, escrita por los hombres a inspiración de Dios contiene hechos relatados por personas en distintos momentos a lo largo de miles de años. Dichas personas no se conocieron entre si.

[No solo no se conocieron entre sí sino que relatan eventos que en algunos casos realmente ocurrieron y está científicamente comprobado que sucedieron, así como también está comprobado que esas mismas historias contienen elementos míticos que fueron sembrados para mejorar el efecto de moraleja de las historias. También se piensa que los 10 mandamientos existieron realmente, pero se cree que esa existencia está más cerca de establecerse por una necesidad de reglamentar los crímenes más comunes de los asentamientos sociales de esa época que de un dictado de Dios en el monte sagrado. Es decir, fácticamente hablando una ciudad puede haber quedo sepultada bajo las cenizas pero eso puede ser obra de un volcán y no de un milagro.]


6) Las personas que tienen relación con Dios, y no se trata de religiosos, son personas con cualidades emocionales y espirituales de mejor calidad.

[Esta idea es realmente penosa y complicada a la vez. Puesto que impone un juicio de valor desde los que tienen relación con Dios hacia aquellos que no, lo cual a su vez habla de una falta de humildad que atenta contra los mismos preceptos religiosos. Por otra parte, incurre en una generalización que no tiene asidero alguno puesto que la historia reciente demuestra con hechos verificables, palpables y documentados cómo aquellos que no sólo tienen contacto con Dios sino que son sus intermediarios (curas y obispos) han sabido colaborar con la desaparición de seres humanos (religiosos y no religiosos) durante la dictadura del 76. Si la memoria le falla a quien escribió esta idea, no se alarme, tengo algunos recuerdos más inmediatos como los más de treinta casos documentados por diversos periodistas de curas pedófilos en todo el país, y sólo menciono a los documentados por la prensa para no caer en generalizaciones banas. Ahora bien, yo no tengo contacto con Dios (eso sería en detrimento de mis capacidades espirituales) pero por otra parte nunca maté, extorsioné, desaparecí ni abusé de otro ser humano, creo que eso me suma algunos puntos en comparación.]


7) Aquellos que están poseídos por espíritus inmundos, o sea demonios, permanecen en el cuerpo y el alma de las personas, hasta que en el nombre de Jesús son expulsados, lo que prueba las palabras de Dios indicando esto.

[Me supera... sin comentarios]


8) Dichas personas, una vez liberadas, aún de problemas que la medicina no soluciona, vuelven a una vida normal.

[Nuevamente, me supera... sin comentarios, aunque creo que esto es parte del anterior argumento, pero bueno démoslo como doblemente bueno, solamente por ser breve y en homenaje a Ockham]

9) Las personas que viven en armonía con Dios, y fueron liberadas, cuando dejan esa relación, vuelven a tener el problema inicial, y como anuncia la Biblia, 7 veces peor.


10) Las personas que han sido juzgadas por delitos importantes, y purgan su condena en la cárcel, cuando conocen a Dios a través de los predicadores que le llevan la Palabra, cambian drásticamente sus vidas.

[No me atrevo a poner en duda la fe de nadie, creo que sería una falta de respeto, pero por otro lado hay sobradas investigación, inclusive televisadas, en las cuales se muestra como muchos reclusos se vuelcan a la fe para ser transferidos a otro pabellón donde la violencia es menor y el pasar de la condena no es tan peligroso. ]


11) Todas las profecías bíblicas se cumplieron o se están cumpliendo, por tanto lo que Dios predice se cumple.

[Convengamos que las profecías son bastante vagas, es decir no contemplan fechas ni lugares exactos, y en el transcurrir de más de 2000 años algunas por el mero azar de las combinaciones pudieron suceder y por supuesto pueden pasar otros 2000 años más y que otras tantas sucedan. De hecho puedo dar una predicción más ahora mismo, ya que estoy dos. La primera es que los justicialistas/peronistas van a ganar al menos una elección en los próximos 10 años en la provincia de Buenos Aires, la segunda es que en menos de 10 años la relación entre el peso y el dólar volverá a fluctuar de forma drástica.]


12) La sabiduría que encierra la Biblia, es comprobable en la práctica. No pudo ser escrito por un solo hombre, y de hecho decenas de hombres la compusieron con la inspiración divina, que se corrobora en el cumplimiento de sus palabras.

[La sabiduría que encierra el Corán, Torá, las tablas budistas, los cuentos sufis (sin faltarle el respeto a nadie a mí me han enseñado mucho), Cohelo para millones, Bucay para unos miles también excede la supuesta comprensión de un hombre. Si nos remitimos a los tres primeros textos los cuales tienen muchos y serios seguidores (y fuéramos observadores objetivos e imparciales) pensaríamos lo mismo que el argumento 12 que nos han enviado por mail y como resultado creeríamos que existen varios dioses, ya que todos esos textos encierran el mismo caudal de sabiduría.]

Tal vez éstas 12 razones que prueban la existencia de Dios no estén cumpliendo con las bases del concurso. Pero ya que Uds. Editan las 12 razones de la inexistencia, hago uso de mi libertad, para que un filósofo que en definitiva no pudo concretamente aportar pruebas contundentes, no sea la última palabra. El lector podrá tener la elección de comparar entre él y yo. Para decidir la inexistencia de algo no solamente hay que aportar pruebas, sino conocer a ese algo. El no lo ha conocido nunca, puesto que la iglesia católica romana ha creado su propia doctrina, absoluta y completamente alejada de la doctrina cristiana , que fue la iglesia primitiva. De modo que es incoherente sostener la inexistencia de algo que jamás se conoció, y del cual se tiene referencias a través de fantasías, tradición oral, y la conocida fusión de paganismo con cristianismo, lo que dio lugar una religión que se ha creado a si misma.

Titina Castro. Correo: titinaquiroga@gmail.com
Buenos Aires, Argentina.


Nuestro más profundo agradecimiento y respeto a Titina Castro por aportar sus argumentos a este intercambio de pensamientos.

viernes, agosto 01, 2008

Naranjas Azules